martes, 9 de mayo de 2017

MAMA, TU TAMBIÉN NECESITAS CUIDARTE



MAMA, TU TAMBIÉN NECESITAS CUIDARTE

Vosotras que sois mamás, seguramente os habrá pasado lo mismo que me sucedió a mí. Nos dedicamos 100% a la aventura de ser madres y al cuidado de nuestros hijos y un buen día nos miramos al espejo y nos damos cuenta que de pronto, tenemos unas ojeras que nos llegan hasta el suelo y que nuestro cuerpo no da para más. Tenemos tanto cansancio y tal agotamiento que no somos capaces de seguir adelante. Nos pesan las piernas, los brazos y nos faltan horas de sueño.

Todas hemos pasado por esto. Pero un buen día decidí que no podía continuar así, que yo necesitaba mi momento de relax, porque si yo no soy capaz de estar bien, ¿cómo podremos cuidar de nuestros hijos como ellos se merecen?

Empecé a pensar que necesitaba verme bien delante del espejo. Quería seguir viéndome guapa, incluso sexy. Viendo fotografías de hace unos años me daba una pena tremenda ver cómo era yo antes. Así pues comencé a dedicarme unos minutos cada día a arreglarme, a acicalarme, a sentirme bien.


Comencé a pensar ¿cuál ha sido siempre mi hobby favorito? Leer sin duda. Me encantaba leer, meterme en las mil aventuras que te proporciona un libro, o aprender cosas nuevas que me ayuden a sentirme mejor. Y desde ese momento decidí que tenía que reservar aunque sólo fuera media hora de mi día para sentarme a leer un buen libro. Poco a poco fui incorporando a mi rutina diaria ese nuevo hábito que años antes había perdido. Y gestionando bien el tiempo empecé a dedicarme un tiempo a mí misma y a dedicar tiempo a jugar con mis hijos cuando éstos volvían del cole.

También comencé a dormir mejor. Desde que ellos nacieron, me acostaba con mi teléfono móvil y veía vídeos o buscaba otro tipo de informaciones. Pero me dí cuenta que al día siguiente no daba más de mi misma y que necesitaba urgentemente descansar. Así pues dedico unos minutos antes de dormir a hacer meditación y, dejando el móvil aparcado, me echo a dormir.

Ahora sí, mi día comienza a las 6,30 h de la mañana. Me da tiempo a hacer más cosas y puedo dedicarme un tiempo a mí.

Os aconsejo que lo hagáis porque si vosotras nos cuidáis o nos amáis, ¿cómo esperáis poder cuidar o amar a los vuestros? No os olvidéis de vosotras mismas. Sois muy importantes para los vuestros y os necesitan con toda la fuerza del mundo. Dedicad cada día una hora aunque sea para hacer lo que realmente os gusta. Disfrutad, lo necesitáis y ellos también lo necesitan, porque si os ven felices, ellos serán felices.

martes, 25 de abril de 2017

LOS CELOS ENTRE GEMELOS




LOS CELOS ENTRE GEMELOS

Hace no mucho tiempo me he encontrado con un cambio de comportamiento en mis gemelos que no lograba entender. De pronto veía como pasaban de prácticamente ignorarse, a tener momentos juntos de mucha complicidad pero también a pelearse muy a menudo.

En una de las ocasiones en que fueron a casa de los abuelos, mi madre me comentó que veía que se peleaban mucho y que sospechaba que sentían celos el uno del otro.

Cuando ella me dijo esto, yo empecé a leer al respecto y a documentarme, porque si había algo que me preocupaba es que no quería que uno se sintiera inferior al otro.

Así pues leí un artículo de Coks Feenstrra, la cual es una auténtica eminencia en cuanto al estudio de múltiples.

Empecé a llevar a cabo todas sus indicaciones y conseguí muy buenos resultados.

No voy a negar que, de vez en cuando, siguen existiendo peleas, pero no tan a menudo como antes. La realidad es que los celos entre hermanos son algo normal, y en los gemelos no va a ser menos. Éstos aparecen debido a una búsqueda de la atención de los padres. Y poniéndonos a pensar, ellos luchan por esa atención desde su primer día de vida.

¿Cuál de los gemelos es más celoso? Pues normalmente el que es más sensible por esa necesidad de atención que tiene.



Pautas a seguir:

-  Prestar especial atención al niño celoso, elogiarle y alabar sus cualidades. Decirle que cada uno tiene unas cualidades diferentes y hacérselas ver.

- Evitar las situaciones que puedan generar celos, por ejemplo, si a uno se le da un abrazo, intentar dárselo al otro también.

- Ser equitativo.

- Dedicar a cada uno un tiempo por separado. Hacer actividades con cada uno de ellos por separado, de manera que tengan nuestra atención absoluta (esto me dio muy buenos resultados).

- Escoger un día para cada uno, es decir, durante un día uno de ellos podrá elegir que cuento quiere que le contemos, que ver en la tele, elegir juego. Así cada uno tendrá un día asignado en el que se sentirá el "rey".

- Explicarles que ellos, como hermanos, deben comportarse como un equipo, ya que de esa manera conseguirán muchas más cosas y éstas les saldrán mejor.

- Y, por supuesto, nunca compararles.

Los gemelos, no obstante, suelen ser más solidarios y aprenden a compartir mucho antes sus juguetes, así, como además, suelen sentir más empatía.

Espero que estas recomendaciones os sirvan de ayuda como en su momento me sirvieron a mí. Llevadlas a cabo y veréis la mejoría.

domingo, 12 de marzo de 2017

REIVINDICANDO MI DERECHO A DECIR QUE LA MATERNIDAD ES MARAVILLOSA



REIVINDICANDO A DECIR QUE LA MATERNIDAD ES MARAVILLOSA

Esta noche me encuentro frente a la televisión viendo un programa de telecinco, Sábado De Luxe. Hoy están hablando de la polémica creada frente a las declaraciones vertidas por Samantha Villar y la fotografía subida a las redes sociales por la cantante Soraya. Comienzo por decir que que cada mujer debe ser libre para vivir la maternidad como quiera y para criar a sus hijos como mejor le parezca siempre y cuando no produzca ningún daño en ellos.

En el caso de Samantha Villar su error está en utilizar un lenguaje excesivamente agresivo. Por ejemplo, ¿mis hijos han destruido mi vida? Rotundamente no, han creado una forma de vida diferente a lo que yo conocía, porque no reconstruyo yo mi vida, si no que son ellos los que están creando un modo de vida distinto. ¿Sabía lo que era la maternidad? Pues si, lo sabía, y conocía lo que conllevaba. ¿He pensado en tirar por el balcón a mis hijos? Llámame rara, pero nunca se me han ocurrido esas ideas. Otra cosa distinta es perder la paciencia, soltar algún grito que otro,... Eso sí me ha pasado, porque no soy perfecta ni creo en la madre perfecta. Yo creo que a todos nos ha pasado alguna vez. Y es que la vida de ellos está por delante de la mía, ya que la maternidad es un acto de amor, lo cual conlleva un sacrifico consecuencia de este amor.

¿Cómo decidí ser madre? Pues al contrario de lo que estoy oyendo nadie me presionó si no que en mi interior comenzó a crecer un extraño instinto (el llamado instinto maternal). Si en los tiempos que corren la sociedad sigue presionando a las mujeres para que sean madres, apaga y vámonos. Cada mujer es libre de vivir su vida como mejor le apetezca y si deciden no ser madres, no por ello van a ser menos mujeres. Ser mujer es algo completamente distinto. Es más, en realidad yo me sentí presionada a renunciar a la maternidad, De hecho perdí mi trabajo por ser madre.



En cuanto a si perdemos calidad de vida, yo no lo considero así, simplemente mi vida ha cambiado. Y ¿he pasado sueño? Pues si, ya lo creo. Mis hijos estuvieron durante tres meses con el cólico del lactante lo que me hizo pasar todas las noches en vela. También estoy oyendo que la depresión postparto como tal no existe, si no que es una consecuencia de la falta de sueño y del cansancio. Entonces me estoy dando cuenta ahora de que mi marido ha tenido depresión postparto y no me ha dicho nada. No señores, la depresión postparto es una consecuencia de los cambios hormonales que sufrimos las mujeres tras dar a luz. Es muy fastidiada, no dejo de reconocerlo. Además, a mí me separaron de mis hijos durante veinte días porque tuvieron que estar ingresados en el hospital y cada vez que llegaba a casa, sola y sin ellos, volvía hecha un mar de lágrimas.

Voy al caso de Soraya. Que se haya ido de cena con su pareja seis días después de dar a luz, no lo critico. Como he dicho, cada mujer puede hacer lo que mejor le parezca siempre y cuando no dañe a sus hijos. Y no creo que su hija se haya quedado sola en casa, si no que la habrá dejado con alguien que se ocupe de ella. En lo que no estoy de acuerdo es en su respuesta a las críticas recibidas, ya que contesta que tiene que cuidar a su pareja ya que es el ser que más ama. No sé, pero en mi caso si había alguien que necesitaba mis cuidados seis días después de dar a luz eran mis hijos, los seres a los que más amo.

Por supuesto que hay que buscar momentos para tu pareja. Al fin y al cabo es el hombre con el que pasarás tu vida y al final os quedaréis sólos cuando tus hijos vuelen y formen su propia vida. Pero no podemos obviar que existe una responsabilidad tras la maternidad y que esto hará que nuestra vida en pareja cambie. No que empeore, si no que será distinta.

Y así como veo que todos reivindican su derecho a decir que la maternidad es algo horroroso, yo reivindico mi derecho a decir que la maternidad es lo más maravilloso que me ha sucedido en la vida y que lejos de perder calidad de vida, ésta ha cambiado para ofrecerme lo más hermoso del mundo, el amor de mis hijos.

miércoles, 8 de marzo de 2017

COMO ME SENTÍ CUANDO ME DIJERON QUE ESPERABA GEMELOS



COMO ME CUANDO ME DIJERON QUE ESPERABA GEMELOS

Lo mío fue un caso curioso. En seguida me dí cuenta que había quedado embarazada y eso que no suelo ser muy regular con mis períodos. Pero algo en mí había cambiado. Las comidas me sentaban fatal, tenía mucho cansancio y vomitaba a cada momento. Todo esto unido a que nos encontrábamos en la búsqueda de un bebé hizo presagiar que la búsqueda había finalizado. Los síntomas de embarazo estaban más acentuados que en los caso de un sólo bebé (esto lo digo por lo que me han contado, ya que yo nunca lo he experimentado).

Pero, tras hacerme el test de embarazo y darme positivo, me mandaron al ambulatorio donde me hicieron una ecografía y me dijeron que todo estaba perfecto y el embrión implantado. Así que mi marido y yo salimos muy tranquilos y felices de allí.

De ahí mi sorpresa cuando llegué a la ecografía de las 12 semanas. Precisamente a esta revisión me acompañó mi madre que estaba deseosa de ver a su nieto.

Entré en la consulta, me tumbé y comenzaron con la ecografía. En seguida noté que la cara del doctor comenzó a cambiar y con un gesto con la mano me dijo que venían dos. O bien quería decir, VICTORIA, TODO ESTA PERFECTO, o me quería decir VAS A TENER DOS BEBÉS. En seguida reconocí el gesto como que estaba esperando a dos bebés. Le pregunté ¿Qué? ¿Me está usted vacilando? Se rió y y me dijo que no, que lo estaba diciendo en serio. Giró el monitor y entonces los pude ver, uno en frente de otro, como si estuvieran manteniendo una conversación de lo más interesante.

Esta fue la primera ecografía en que vi a los dos

Pensé que no podía ser, pero una extraña alegría estaba inundando todo mi ser. La expresión que dijo la enfermera se la podía haber guardado cuando me dijo "Hija, te acompaño en el sentimiento". No bonita, no, voy a tener dos hijos. Gracias a Dios no se ha muerto nadie.

Salimos de la consulta y le dimos la noticia a mi padre que con mucha seguridad me contestó "Lo sabía". Caray, pues podía haber avisado y ya me había hecho a la idea.

Llamé a mi marido e incomprensiblemente no me creía. Pensaba que estaba bromeando y hasta que no le envié la fotografía de la ecografía no me creyó.

De la consulta tenía que ir a hacerme unos análisis. Según estaba esperando no podía parar de reir. Era una risa nerviosa. Mi pensamiento era "¿y ahora qué?"

Fui a trabajar y por la tarde mi marido y yo nos encontrábamos sentados en el sofá mirando hacia el suelo. Su frase era "Dios Mío", la mía "Madre Mía". Una escena de lo más cómica. Todas las ideas que nos habíamos hecho se habían derrumbado. Ahora había que pensar en dos y en un comienzo esto supone un shock.

Pero la verdad es que en seguida me hice a la idea. Es más, cuatro años más tarde me alegro de haber tenido gemelos. Primero por que es muy probable que si hubiera sido un sólo bebé, no habría tenido más hijos y tras ser hija única no me hacía mucha gracia la idea. Y por otro lado, aunque es muy duro, también es muy divertido y no lo cambio por nada en el mundo.

lunes, 6 de marzo de 2017

EL REPOSO EN EL EMBARAZO GEMELAR. MI EXPERIENCIA



EL REPOSO EN EL EMBARAZO GEMELAR. MI EXPERIENCIA


Una de las cosas que llevé fatal, entre otras, fue el tema del reposo en mi embarazo. Y es que no fue nada fácil. Pero mi cuerpo lo necesitaba, tanto por mi propia salud como por la de los bebés. Y es que tuve un embarazo complicado desde el comienzo.

Comencé, como suele suceder, con las típicas náuseas y vómitos. Yo esperaba que durasen 3 meses pero me acompañaron durante 37 semanas y dos días, es decir, el embarazo completo.

Luego recuerdo el primer susto de todos, porque hubo varios. Fui al cuarto de baño y estaba sangrando. Me asusté muchísimo y comencé a temblar. Lloraba pensando que iba a perder a mis niños. Inmediatamente nos fuimos al hospital y allí me tranquilizaron en cuanto me dijeron que los niños estaban perfectamente. Pero me dijeron que debía permanecer en reposo ya que había sufrido una amenaza de aborto.



Continué en reposo. La doctora me advirtió de ciertas cosas que en aquel momento me parecieron muy extrañas: si tienes que salir, no vayas en autobús, ni en metro y si vas en coche, ten cuidado con los baches. Hoy entiendo perfectamente aquellas advertencias. Y es que en la semana 21 de embarazo fui a una revisión y vieron que tenía el cuello del útero estaba borrado. Me tendrían que poner un pesario o mis hijos nacerían, con las pocas probabilidades de supervivencia que ésto conllevaría. Y esa misma tarde fui a comprarlo (aprovecho para pedir que debería entrar por la Seguridad Social ya que en mi caso y en el de muchas mujeres sirve para salvar vidas). Fui a urgencia y me lo colocaron reiterándome que mantuviera reposo absoluto, del sofá a la cama y de la cama al sofá. He de decir que yo tampoco tenía excesivas fuerzas. Mi cuerpo estaba francamente cansado. Tanto vómito me estaba machacando. De hecho cada vez que iba a revisión me decían que había adelgazado. Pero mi tripa seguía creciendo.

Luego mi tensión empezó a subir. Fue una preeclampsia leve que pudieron controlar. En la semana 36 me quitaron el pesario y me avisaron que era muy posible que esa misma tarde me pusiera de parto. Pero pasó la tarde normal. Y pasó un día, y otro y otro. Así hasta llegar a la semana 37 que tenía otra revisión. Me realizaron una ecografía y me dijeron que ya me quedaba ingresada allí, que me provocarían el parto.

A partir de aquí termino mi reposo y comenzó mi frenética vida como mamá de gemelos.

viernes, 3 de marzo de 2017

TIPICAS PREGUNTAS QUE NOS HACEN A LOS PAPAS DE MULTIPLES. RESPUESTAS



TIPICAS PREGUNTAS QUE NOS HACEN A LOS PAPÁS DE MÚLTIPLES. RESPUESTAS

Si hay algo en lo que estamos de acuerdo las mamás de múltiples es que en muchas ocasiones nos encontramos con las preguntas más absurdas y variopintas que se hayan oído jamás. Algunas te sientan francamente mal. Al principio me callaba, las dejaba pasar, pero de un tiempo a esta parte ya empiezo a contestarles (con mucha educación, eso sí). Desde el momento en que me enteré que no venía un bebé sino dos, ya me encontré con la primera frase impertinente.

A continuación paso a enumeraros las frases que más veces se han repetido.

- DURANTE EL EMBARAZO

  •     Pues no tienes tanta barriga como para tener dos: Y digo yo, ¿qué esperan? ¿que no pueda entrar por la puerta?
  • ¿Son dos? Pues te acompaño en el sentimiento: Este fue el primer comentario con el que me encontré y cada vez que lo recuerdo me entran los siete males. Y si además pienso que me lo dijo la enfermera, pues con más razón. Una gran profesional, si señor.
  • ¡Uy! ¿Esperas dos? Pues entonces será una cesárea: Pues no, y para muestra un botón ya que los tuve por vía vaginal.


- UNA VEZ QUE LOS TUVE
  • ¿Son gemelos o mellizos?: La verdad es que esta es la pregunta más habitual, pero no es la típica pregunta molesta. Es muy lógico que la gente lo desconozca. De hecho yo antes de quedar embarazada también lo desconocía. Lo curioso es cuando les dices que son gemelos y aseguran "Entonces estaban en la misma bolsa". Pues no, compartían placenta. Se asombran mucho y te miran con cara de "esta mujer no sabe de que habla".
  • ¡Pero si son iguales! Pero ¿los distinguís?": Pues sí, nosotros si los distinguimos. Ya conocemos sus gestos, su forma de hablar, de caminar... Yo siempre digo que los distingo por la mirada. 
  • ¿Son naturales?: Si señora, de carne y hueso. No son de plástico.
  • ¿No les darás el pecho? ¿No tendrás suficiente leche?: Sin comentarios. Si mi útero pudo albergar a dos, mis pechos pueden alimentar a dos.
  • Ya te plantarás ¿no?: Pues depende. En mi caso sí porque económicamente no doy para más. Pero puede que me apeteciese tener siete hijos.
  • ¡Uy que monos!: No señora, niños, son niños.
  • De los dos, ¿quién es el malo?: Pues ninguno, yo tengo dos ángeles.
Sólo me gustaría pedirles a la gente que se abstenga de realizar comentarios impertinentes como el de te acompaño en el sentimiento. Gracias a Dios voy a dar vida y no se me ha muerto nadie. Gracias.

miércoles, 1 de marzo de 2017

LA RETIRADA DEL PAÑAL EN MIS GEMELOS



LA RETIRADA DEL PAÑAL EN MIS GEMELOS

Si hay algo a lo cual tenía auténtico pánico en cuanto a la crianza de mis hijos, era a la retirada del pañal. Me parecía complicadísimo quitar aquello con lo que habían estado desde el momento en que nacieron. Además, yo no veía ningún indicio que me hiciera pensar que estaban ya preparados para ir al baño. Pero llegó el momento en que tenían que ir al colegio y lo primero que te dicen allí es que tienen que "aprender" a controlar esfínteres. Así pues en el mes de junio comencé con la temida "Operación Pañal".

La verdad es que con Alejandro todo marchó fenomenal. Al principio, lógicamente, le daba miedo el orinal, pero luego, cada vez que yo iba al baño, lo llevaba conmigo, y poco a poco fue cogiendo confianza. Y es que en esta casa todo lo hacemos en familia, hasta ir al servicio.

Pronto comenzó a "querer ser mayor" y me pedía el pipí sin problemas.

Pero no todo iba a ser tan sencillo, y es que Roberto me costó 4 meses, casi 5 para dejar el pañal.

Comenzamos siguiendo las mismas reglas que tantas veces habíamos leído en internet y en diferentes revistas. Pero pasaba más tiempo lavando que otra cosa, por no hablar de los gritos que el niño daba cada vez que iba al baño. Gritaba como un loco diciendo que le daba miedo y su cuerpo se ponía completamente tieso sin dejar que le sentásemos en el orinal. La profesora me decía que no diese marcha atrás ya que si no sería comenzar de nuevo y se haría más difícil.



Pero yo no pude aguantar. Me daba cuenta de que él aun no estaba preparado y que cada vez que tenía que ir al baño sufría. Así que mi decisión fue llevarle al colegio sin pañal y cuando salía ponérselo. Y así lo hice hasta que noté las primeras señales. Se tiraba del pañal queriendo quitárselo, poco a poco empezó a pedir el pipí y entonces pasamos a los calzoncillos.

Hasta hoy todo funciona de maravilla. No negaré que hay ocasiones en que Roberto, sobre todo si se coge una de sus típicas rabietas, se hace pipí encima. En ningún momento le regaño ni me enfado con él, simplemente le cambio.

Eso sí, siempre trato de animarles diciendo lo bien que lo están haciendo y lo mayores que son ya. Pero nada de premios.

En realidad creo que la clave se encuentra en escucharles, fijarnos en las señales que ellos mismos nos envían y sólo cuando estén preparados, retirarles el pañal, ya que si no es una auténtica pesadilla, tanto para ellos como para nosotros.

Y es que el control de esfínteres no es algo que se aprenda, sino que es un proceso madurativo.